Casada con el prestigioso arqueólogo británico Max Mallowan, Agatha Christie tuvo la oportunidad de recorrer, en los años treinta del pasa-do siglo, todo Oriente Medio acompañando a su esposo en diversas campañas de excavaciones arqueológicas en Siria e Irak.

Las innumerables preguntas que sus amistades y conocidos le hacían acerca del tipo de vida que el matrimonio llevaba en aquellos exóticos parajes acabaron dando pie a estas deliciosas páginas autobiográficas de la escritora de novela policiaca más famosa del mundo.

Las peripecias y dificultades que este grupo de occidentales afronta estoicamente, al tiempo que la enriquecedora convivencia con los nativos, aparecen aquí narradas por la gran escritora con toda la agudeza e ironía propias de la hipercivilizada Gran Bretaña.

Glamur, aventuras en escenarios exóticos —que la autora incorporó más tarde en algunas de sus más célebres novelas—, ingentes cantidades de té e insuperable humor inglés se conjugan en este inolvidable fresco del mundo de entreguerras.

Colombia X es una visión del mundo de los jóvenes entre dieciocho y veinticinco años, considerados como la “Generación X”, una población heterogénea y variable, sin vínculos estrechos entre sí, excepto el de ser jóvenes.

Pero, más allá, son una generación distinta, y desde luego, irremediablemente lejana de la mía. Trabajando en este libro he llegado a pensar que en este siglo nunca se había producido una ruptura tan profunda en nuestra sociedad.

Su concepción de la vida por causa de la competencia, la informática, el sexo, la soledad, la decepción por lo heredado, la angustia de existir, pero también la conciencia de pertenecer al universo a través de la tecnología, que a su vez amplió la banda de lo público sobre lo que hasta hoy era privado -y por tanto se mantenía oculto-, me parece que es solo parte de lo que los aleja de nosotros.